martes, 16 de noviembre de 2010

00 22 AHORA COSTA RICA.




Vuelve el mal a atacar la paz de las naciones y de las gentes. Ahora es Nicaragua, con el soplo de Chavez, quien arremete contra un país pacífico como es Costa Rica; la envidia del mal se ceba contra los que quieren vivir en armonía y concordia con los demás: por eso "el comunismo es esencialmente malo"; sólo quiere destruir, vejar, humillar, pisar, revolcar en el fango de su odio al Bien, a todo lo creado; pero no ha podido, no puede y jamás podrá. Y al final será excluido, encerrado y deportado en el infierno que ellos mismos han creado, por toda la eternidad. El mal que hacen es transitorio, recuerdese el caso de Honduras, pero muy doloroso y ese dolor gratuito, causado por el odio, será su propio castigo, su odio los consumirá y destruirá su razón de ser, pues quien no ama no genera bienestar y amor para si mismo ni para los demás. Son parásitos de las cosas materiales, del placer, el dinero, la violencia, la mentira y todo aquello que ofende su "alma" y por eso su interior profundo los odia; es decir: destruyendo se destruyen, odiado se odian, violentado se violentan a si mismo y buscando el placer, consumen su propio cuerpo, destruyendo su espíritu. Son ramas de árbol desgajadas del tronco que nunca darán fruto, pues la savia de la vida no está ni llega e ellos. Son seres definidos en esencia de mal llevados a la muerte espiritual y física, por efecto de su propia maldad. Y a la vez son esclavos de "seres superiores" quienes los manejan como títeres, para conseguir fines sin mañanas y cosas sin destino, avocadas a desaparecer y morir... Lastre de la humanidad y fango de la culpa... excremento de la mentira y desespero del no poder jamás vencer. Si no cambian y transforman su ser por el arrepentimiento y la busqueda de la pena que lleva al perdón, por la magnitud de la culpas: no podrán llegar a la dimensión que la Eterna Justicia nos tiene reservada a todos. Y para ello hace falta el "toque de la Gracia" y la secuencia de aceptación, en la libre voluntad de cada ser humano.