viernes, 6 de octubre de 2006

00 01 SOBRE LA VERDAD ABSOLUTA.




Evidentemente, dada la limitación de la inteligencia humana, cada uno vive la "verdad" de acuerdo a lo que él mismo es. Pero la Verdad no es algo que cada uno tiene como algo personal y particular. La Verdad es un Ser, es alguien, es Dios, el que pensó, diseñó e hizo el universo y TODO lo que éste contiene. Nuestras "verdades" pueden no serlo y muchas veces son mentiras, de hecho todos tenemos algo de verdadero y algo de falso. Pero la afirmación "newageniana" de que todos tenemos la verdad es absolutamente falsa. La verdad normalmente se nos escapa como agua entre los dedos. Podemos vivir algo verdadero pero no siempre y afirmar algo verdadero y luego algo falso; es decir tenemos una gran relatividad en cuanto a lo verdadero. El problema reside en la limitación de nuestro ser, no somos ABSOLUTOS luego nuestra "verdad" tambien es relativa. ¿Pero que se concluye de esta relatividad?: que la "verdad humana" no es la "Verdad" es nuestra percepción, intencionalidad o fanatismo creado y hecho por nuestra mente al contacto con la realidad, es decir tenemos una gran posibilidad de conocer o de negar las cosas y los hechos. El vivir en la Verdad total escapa, aquí en esta vida, a nuestra posibilidad. La única forma de "estar" en la verdad, sin poseerla por entero, es la de los místicos. Ellos, al vivir inmersos en la dimensión de Dios, viven en la Verdad y bajo su "mirada" todo se ve como es y debe ser. Creame si le digo que sólo así todo tiene sentido y se acepta nuestra limitación, pues, a ellos (los místicos) y por momentos, se les "permite percibir" lo real tal cual fue pensado y creado. Las verdades humanas son de muchas clases, pero sobre todo tienen una carga emocional que no permite al hombre distinguir, muchas veces, lo verdadero de lo falso. Y más aún por la "caida" de nuestra voluntad en la perversión de ser nuestro propio dios.




 

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