sábado, 4 de julio de 2009

00 16 LA LUCHA EN HONDURAS.



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No tenía ganas de gastar palabras en honduras; pero es tan significativo el caso del país centro americano de Honduras que no puedo resistir la tentación de hacer alusión y análisis de las noticias sobre el ”golpe militar” que tanta tinta ha manchado.
La situación es curiosa, pues es la lucha entre la forma y el fondo; entre lo que en verdad ocurre y el fariseísmo de quienes se rompen las vestiduras defendiendo la letra de la ley y no el sustrato de lo verdadero.
La primera mentira y el arma principal de los comediantes de una supuesta izquierda, es que ha habido un golpe de estado; mentira, a habido una toma de conciencia de un peligro real que se cernía sobre un pequeño país, al pretender extender la fracasada y criminal ideología marxista sustentada por seres que han olvidado los 100 millones de muertos y la destrucción de toda forma social válida de convivencia, entre los seres humanos, que ha significado los casi cien años de regímenes comunistas en el mundo. El fascismo ha sido execrado y expulsado de todo intento de volver a una sociedad civilizada y armónica: pero el comunismo, tres mil veces peor y que ha durado diez veces más, sigue boyante y validado en la mente de muchos confundidos o apósteles del mal. El comunismo debe ser declarado LACRA de la humanidad y, como bien definió la iglesia Católica, Aseguraos, venerables hermanos, que los fieles no se dejen engañar! El comunismo es intrínsicamente malo, y nadie quien (quiera) salvar la civilización Cristiana puede colaborar con él en ninguna manera." (Carta encíclica Sobre Comunismo Ateo, Papa Pío XI).
La cuestión principal de lo sucedido en Honduras, es la lucha vil y soterrada que el marxismo ateo tiene con el mundo civilizado; más aún, es la lucha feroz y recóndita entre el Bien y mal a nivel de estructuras humanas. Digo estructuras humanas, pues la lucha verdadera y más cruenta, está dada a nivel de la conciencia de cada persona; allí se fragua el bien o el mal; en nuestra conciencia está la primera respuesta y el primer atisbo en una dirección u otra; dentro de nosotros se define la dirección que nuestros actos van a tener; allí triunfa el bien o se fortalece el mal. Es nuestra libertad y mediante nuestra libertad hacemos al mundo mejor o peor.
Lo que ocurrió y ocurrirá en Honduras será la lucha entre el David, representado en un pequeño y humilde pueblo, y el Goliat de las estructuras de poder humanas, corrompidas y aduladores de poderes satánicos. El David debe triunfar y el Goliat morir. ¿Será así como suceda?

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