lunes, 27 de agosto de 2012

00.32 LA POLÍTICA.








La política

De la Polis griega a la politeia hay un gran paso de vergüenza, estupidez, ambición y destrucción de lo mejor del humano. La política se ha convertido en el factótum de muchas personas; en lo más importante de sus vidas ya que afecta a casi todo lo mundano donde viven y de la evolución o involución de sus sociedades, donde se realiza su día a día.
Pero la politeia se prostituyó, como casi todo donde la maldad del hombre faena y destruye el bien que por si tienen o buscan todas las cosas, menos aquellos que están dirigidos hacia los males que aquejan a los seres humanos: soberbia, pretensión de ser lo que no se es. Orgullo, sobredimensión del ego o de lo que se tiene. Egoísmo, primero yo, luego yo y sólo yo. Ira, constante imposición violenta sobre todos los demás, si se puede. Lujuria, deseo de placer, sobre todo sexual que pretender poseer aquello que el otro o la otra tienen de belleza, gracia humana, juventud etc. Todas estas presunciones falsas de la felicidad terrena, se suman a la ambición del poder y el poseer y son el verdadero motor de las ambiciones del poder político. Quien crea en los líderes carismáticos que buscar el poder para el “pueblo”, la gente o el bien común, son unos insensatos y utopistas a los que ciega la búsqueda del paraíso en la tierra. Son contados con los dedos de una mano los líderes auténticos que en verdad desean el bien de los demás y entre ellos están los verdaderos cristianos que están profundamente unidos a la verdad de Jesús de Nazaret. Y éstos son escasísimos.
La política es, normalmente, atropello de pueblos, personas y todos aquellos más débiles a los que se pueda “pisar”. Está compuesta de mentiras, medias verdades, conveniencias personales oscuras, taimadas e inútiles que usualmente se desvanecen cuando el “impulsor” pasa.
El creer que la política puede ser solución para los grandes problemas del hombre, es de una estulticia atroz. A lo más que se puede aspirar es a unos años de crecimiento económico o de una paz relativa de unos cuantos años.
Las políticas en pleno siglo veinte, han sido un karma inmisericorde en estos años: han desatado dos guerras mundiales de consecuencias catastróficas; destruido pueblos, ciudades y naciones; han asesinado, incubado e inventado, revueltas y revoluciones y, finalmente, no han resuelto ninguno de los grandes problemas del ser humano.
Pero a pesar de todo esto, las “gentes” todavía creen en la política como manera de lograr el bienestar. La política se mezcla en todo y no hablo de las “políticas” sino de la POLÍTICA hegemónica donde un partido una fracción o un pensamiento humano, pretende hacer el mesías del mundo o de unos pueblos. Donde se mete en todas las actividades de la sociedad civil para hacerlas “suyas” de acuerdo al pensamiento del LÍDER. Donde todo se mide, el valor de las personas y de las cosas, por el baremo de si sirve o no al pensamiento, voluntad o deseos del gran Líder. Donde ella se mete en todo y con todos, hasta con Dios, para hacerlo todo a la imagen de los sueños de un pobre iluso ser humano; discapacitado de grandeza como ser y como hombre y quien cree poder estar, saber y decidir él solo sobre todo.
Después están las masas de ilusos, intelectuales, ambiciosos de toda índole, soñadores de mundos impolutos y perfectos que juegan a las ilusiones de bien entre la ampliación de las promesas del mal. Matar es bueno si es por una causa “justa”. Robar también lo es si es se hace por la revolución. El usar a las personas, sobre todo mujeres, para conseguir fines inconfesables siempre es aconsejable si con ello se logran los “objetivos”. Y así un largo etc. donde el mal, el más inmenso Mal. predomina y actúa mintiéndose ser el BIEN.  
Y en general, la política se cree poseedora de todo conocimiento, de todo BIEN y moral: Sabe más que las Universidades, es Mejor que la Iglesia,  más humano que aquellos que dedican su vida a socorrer, sin interés, a los otros. En fin, todo debe estar en sus “manos” para que todo sea como debe ser.
Pobre mundo infeliz de los sueños redentores de una humanidad hundida en el mal de sí mismo, acumulado en siglos de desenfrenos, muertes, hambres, codicia, lujurias y todo aquello sembrado en el ser humano por su propia responsabilidad y los influjos del MAL.



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola pa; mira bien bueno el articulo pero pon una foto de un avion de caza.Ya que hablas de guerras.

Jorge Antonio Lastra dijo...

Bueno... no tengo.
Pa

ayporquenosoycomodonquijote dijo...

La innúmera (adrede el adjetivo) blogOesfera encierra sorpresas como este blog.

Cada día que pasa me parece estar más y mejor convencido de que una "realidad" paralela o en paralelo fluye con la vida. Es virtual esa realidad, pero cada día que pasa es más real.

No se suplantarán nunca, espero; se nutrirán a fondo.

Jorge Antonio Lastra dijo...

Asi tambien creo que será, el futuro es distante e inimaginable; pero lo nuevo nadie lo detiene.

Jorge A Lastra